El amor tiene cara de hereje

Bruno Milán era un joven estudiante que vivía eternamente en el closet pensando que su padre, un severo militar, dejaría de amarlo si se enterara quien era realmente. Hasta que en medio de una concurrida fiesta familiar, un sorpresivo suceso, lo obligará a confesar su verdadera orientación sexual. Carolina Leites (Tití para los amigos) es una mujer trans que tiene un conocido boliche en una distinguida zona Gay de Montevideo. Allí conoce casualmente al joven Bruno y lo invita a trabajar junto a ella, amándolo tanto como a la hija que perdió al reconocer su verdadera identidad de género. Todo parecía desarrollarse con normalidad, hasta el día en que Eduardo Payseé, un encubierto detective llega al local haciéndose pasar por un nuevo cliente, con la idea de obtener información de los asiduos visitantes del local. Tres personas con un pasado diferente pero que confluyen en un mismo momento, y luchan, a su manera, por lograr uno de los bienes más preciados y esquivos de la humanidad: El amor. Acompaña a Bruno, Carolina y Eduardo en el duro camino que les tocó transitar, hacia el cual marchan decididos, enfrentando sin temor cada uno de los obstáculos que les pondrá la vida, con la clara conciencia de poseer dentro de ellos la fuerza necesaria para vencerlos.